Los espacios irónicos. Roberto Díez.
Espacio_E
9 de noviembre de 2022, 19 h
Los espacios irónicos
Hace tiempo que vivo instalado en la sensación de asistir al momento del destierro definitivo de las cosas, esto es, de los objetos y los recuerdos. Y ahora experimento la necesidad de regresar a ellas, cuando su presencia se desvanece. Porque las cosas, que nos anclan a la tierra y al ser, están terminando por ser sustituidas por el mundo de sus simulacros.
En la pintura, la estrategia de reunir objetos evocativos se realiza expresamente en el género de las naturalezas muertas y responde a la necesidad de conservar las apariencias singulares que tenían aquellos. El ojo y el cerebro conspiran así para producir estos espacios irónicos, habitados como en un sueño leve y artificial.
Roberto Díez, otoño de 2022.
Roberto Díez. León. 1955
Estudió Derecho en la Universidad de Oviedo. Desde la 1ª Muestra de Arte Joven (1984), organizada por el Ministerio de Cultura, ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas. En 1999 participa en el taller de escultura que imparte Martín Chirino en la fundación Marcelino Botín. En 2005, en el taller organizado por Sudoh Gallery en Odawara (Japón). Ha colaborado varias temporadas en el programa La estación de Aviñón, por Eugenio Castro en Radio Círculo, emisora de FM del Círculo de BBAA de Madrid. En la actualidad colabora con la publicación FrA, de la Fundación Ramón Areces.
MI TRABAJO
Mi propósito es el de construir estructuras significativas y sencillas, mediante la creación de diálogos entre los elementos materiales que me rodean, incluidos los residuos y los restos de otros acontecimientos. Me sirvo para este fin de estrategias elementales como son la yuxtaposición, el collage y el ensamblaje. Madera, pintura y papel constituyen la base principal del trabajo. Mi procedimiento tiene un carácter decididamente experimental y manual.
Todo ello me permite plantear la posibilidad de relacionar metafóricamente cualquier registro con otros por heterogéneos que sean entre sí: recuerdos, figuras, materiales, huellas, sentimientos, colores, conceptos, restos, discursos, escalas y casi cualquier etcétera y rescatar así sus posibilidades mitopoéticas.
Comparto así poética con cubismos, constructivismos y póveras, y encuentro particular similitud con la actitud del bricoleurdel que habla Lévi-Strauss porque, como aquel, pretendo elaborar objetos como respuestas concretas a la necesidad que provoca la reflexión sobre una realidad incierta, heterogénea y fragmentaria como la que atraviesa un mundo urbano, complejo y contemporáneo.
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