Warrior Soul en el Babylon.

15€ anticipada y 18€ taquilla.

A la venta en HanaBi Shop, Babylon y Woutick.

Warrior Soul.

Si hubo una banda en los 90’s que llevó la integridad hasta sus últimas consecuencias sin duda alguna esa banda fue Warrior Soul.

Nacido y criado en Detroit, en plena era Reagan y con la ciudad convertida en un «Ghetto», el siempre beligerante Kory Clarke, lider de la banda, comienza sus aventuras musicales.

No tarda mucho en llamar la atención por la singularidad de su sonido, una mezcla de post punk y rock alternativo, y su marcado activismo.

Convertido ya en un referente clave de la escena underground alternativa en 1987 decide mudarse a Nueva York.

Allí, en menos de nueve meses, forma Warrior Soul y se convierten en la banda residente del mítico CBGB, donde comparten cartel con Ramones, Fugazi… y llaman la atención de Geffen Records que los recluta para su catálogo de música alternativa.

De esta manera pasan a formar parte de la élite del rock alternativo compartiendo sello con Nirvana, White Zombie, L7…

Su debut, aunque no llega al mismo nivel de popularidad, se compara en significancia con el Nevermind de Nirvana. Fue publicado un año antes y es considerado como el precedente de todo lo que estaba por venir y uno de los puntos de partida de la era alternativa.

Giras con Metallica, actuaciones en todos los festivales significativos del momento, portadas en toda la prensa especializada, apariciones constantes en la Mtv…

Todo va bien hasta que David Geffen decide inmiscuirse directamente en la gestión de la banda y entra en confrontación directa con Kory Clarke, el cual se niega a reformar la banda entera sólo por un capricho del excéntrico directivo.

Comienza la guerra entre ambos, cruce de declaraciones en los principales medios del momento, y el conflicto llega a su punto álgido cuando Clarke se niega a aceptar las nuevas tarifas de precios de venta en tiendas para los CDs que Geffen Records quiere imponer.

Hasta entonces el precio del CD nunca había superado los 10 dólares. Todas las discográficas se ceñían a ese precio de mercado y en base a él se realizaba el reparto de beneficios. Era una norma no escrita pero aceptada por toda la industria musical.

Geffen Records, en un acto sin precedentes, de espaldas al resto de la industria, aprovechando el boom de la venta física en formato CD (es el periodo en el que más discos se han vendido en la historia) y valiéndose de su posición prominente en el mercado de música en ese momento decide cambiar las normas del juego y solo en beneficio propio.

Clarke se niega en rotundo y en una serie de entrevistas desvela las malas prácticas de Geffen tanto en la distribución y venta directa de los discos como en el reparto de regalías.

A su vez denuncia que ese aumento de precios no estaba justificado por un aumento de los gastos de producción y que ese significativo cambio de precio (que pasará a estar entre los 15 y 20 dólares) sólo se produce para costear el cada vez más disparatado y «adictivo» modo de vida del famoso directivo.

Finalmente Warrior Soul abandona Geffen y con toda esa rabia acumulada la banda publica una de las obras capitales de los 90 «Space Age Playboys».

Después de una gira agotadora la banda se retira y Clarke se dedica a otros proyectos musicales y a su otra gran pasión, las artes gráficas.

La banda pasará años en letargo, hasta que en 2009 Clarke decide reactivarla y salir de nuevo a la carretera con un nuevo disco que nada tiene que envidiar a su material clásico.

Desde entonces no han parado de girar y publicar discos, con la misma actitud que en el pasado y aprovechando las nuevas vías de distribución que les ha brindado la era digital.

Ir a un concierto de Warrior Soul sigue siendo una experiencia catárquica donde nunca sabes qué puede pasar.