Los algoritmos sí tienen madre. Las memorias de Mary Somerville.
Instituto leonés de cultura.
Jueves 2, noviembre 2023, 19:30 h
Los algoritmos sí tienen madre. Las memorias de Mary Somerville (1780-1872)
Traducción, introducción y notas de Trinidad Guzmán González
Prólogo de María Paz García Rubio
Eolas Ediciones & Menos Lobos Taller Editorial y Ediciones Universidad de Salamanca. León, 2023. Colección Ursa Maior
ISBN: 978-84-126671-7-2 Páginas: 338
La historia de Mary Somerville no es otra que la de la ciencia en el siglo XIX, de cuyo desarrollo fue protagonista indiscutible. En la Escocia del siglo XVIII, aún entre las clases acomodadas a las que ella pertenecía, una buena educación seguía siendo privilegio de los varones; su cabezota empeño por aprender y escribir de cosas tan poco apropiadas para una señorita bien como matemáticas o astronomía se vio coronado, a la postre, por los numerosos reconocimientos internacionales para la autora de una ingente obra, muy valiosa, parte sustancial de la cual fue material obligatorio de estudio en la universidad de Cambridge hasta finales del siglo XIX: son decenas de premios Nobel, entre alumnos y profesores, embebidos del modo de hacer y explicar las cosas de la señora Somerville. Es ésta una influencia tanto o más importante que el haber realizado los cálculos que permitieron el descubrimiento de Neptuno o el haber sido profesora de Ada Lovelace, quien redactó el primer algoritmo de la historia.
Como tal, a Mary Somerville se la menciona con frecuencia en prensa y eventos varios, sobre todo cuando se relacionan “mujer” y “ciencia”. Pero hasta ahora no se le había dado voz propia en español, cosa que hace esta cuidada traducción de sus Memorias, a cargo de Trinidad Guzmán, profesora de Filología Inglesa de la Universidad de León. En ella, la doctora Guzmán nos traslada los tonos y el timbre de una voz enteramente original que enhebra un relato fascinante: hallazgos científicos, que ella protagonizó o de los que fue testigo directo; acontecimientos históricos que vivió en primera persona (la reunificación italiana, las erupciones del Vesubio, los movimientos en favor del voto de las mujeres); las grandes expediciones del momento; las guerras anglo-holandesas; lo mejor de las artes y las letras de las que disfrutó; una voz que nos pinta vívidos retratos de los grandes protagonistas de todo ello, muchos de los cuales fueron sus amigos personales, sus colaboradores directos o gentes a quienes trató continuadamente: Herschel, Faraday, Darwin, Cavour, John Stuart Mill, Sarah Siddons, María Malibrán, Walter Scott, Washington Irving… y nos proporciona agudas descripciones de costumbres y paisajes, especialmente de Escocia e Italia.
Mary Somerville puso por escrito sus recuerdos al final de su muy larga vida (murió poco antes de cumplir 92 años): es una edad en la que tienden a perderse según qué filtros, y, ciertamente, la bien humorada anciana no se anda con prosopopeyas, ni en su relato sobre grandes hitos y personajes, ni al hablar de las diversas modas en el vestir que siempre procuró seguir, de su gusto por los bailes, de sus aptitudes como costurera y cocinera, o al contar, algo bífidamente, jugosas anécdotas.
La traducción se completa con una introducción sobre Mary Somerville y con casi 300 notas, también a cargo de la doctora Guzmán, que enmarcan y completan, de forma exhaustiva, una figura que merece ser oída en su propia voz, la de una narradora capaz de entretener como el mejor de los novelistas.
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