In Memoriam. José Antonio Sarmiento. San Cibrián de Ardón.

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In Memoriam. José Antonio Sarmiento. San Cibrián de Ardón.

In Memoriam. José Antonio Sarmiento.
San Cibrián de Ardón.
La Casa del Maestro.
29 de julio de 2022, 20:30 h

Del 29 de julio al 4 de septiembre

José-Antonio Sarmiento
León 13/8/1956 – Gotemburgo 25/3/2022

El pasado veinticinco de marzo falleció en Suecia José-Antonio Sarmiento, después de un periodo muy corto de enfermedad. Dedicó su vida, hasta unas semanas antes de su partida, a lo que para él había sido tan importante y natural como respirar: comunicarse desde la expresión plástica, un lenguaje universal de gestos y sin palabras en armonía con el material y los elementos de la naturaleza, al trabajar con plena libertad la pintura y la cerámica, disciplina por la que ha sido conocido internacionalmente y a la que se dedicó a tiempo completo desde 1980.

José-Antonio había heredado la pintura de su familia materna, dedicándose a ella durante sus años de juventud para retomarla con fuerza en los últimos quince años de su vida en Suecia y compaginarla con su personal obra cerámica durante estos años en los que también compartió taller y vida con la artista sueca Helena Andersson, su esposa, mientras realizaban en el taller de Sockerbruket cada cual su obra personal. De esta última etapa ha tratado su última exposición conjunta: “Among the Clouds: pinturas y cerámicas de José-Antonio Sarmiento y Helena Andersson” –exhibida hasta el pasado trece de marzo en la galería Rivercity de Gotemburgo– mediante la que J-A. recibió su última alegría profesional, la adquisición de una de sus pinturas por parte del organismo de cultura de la región de Västra Götaland a la que pertenece Gotemburgo.

Sobre la obra cerámica de José-Antonio Sarmiento podemos decir que consiguió ser conocido y apreciado no solo como maestro especialista en la cocción con leña en alta temperatura, que también, sino por lograr lo que él creía importante según sus palabras: “se trata de dominar la técnica para después olvidarla y conseguir la libertad”.

J-A. había construido en León su impresionante horno Anagama-Noborigama cuando, a principios del año 2000, regresó a la pequeña localidad de San Cibrián de Ardón después de su estancia en Japón –país donde se le recibió con respeto en el taller del que fue su mentor y uno de los artistas internacionales más relevantes de nuestro tiempo: Rioji Koie (Japón,1938- 2020). Años antes J-A. había construido otro horno de leña de dos cámaras en el que también trabajó con sal y soda, así como esmaltes de alta temperatura junto a la impronta de la leña. Y anteriormente se distinguió por algo en lo que igualmente había sido pionero en nuestro país, es decir, su cerámica sacada al rojo del horno y trabajada en estado incandescente o lo que es lo mismo la técnica japonesa conocida como Hikidashi. Todos estos procesos técnicos citados no fueron sin embargo para J-A. un fin en sí mismos sino solamente medios y herramientas para construir una obra personal y única que le permitió articular su compromiso con una búsqueda incansable en armonía con la naturaleza, el azar, y su filosofía de vida en su reflexión sobre el sentido del arte y sobre todo sobre la integración de dicho concepto en la vida cotidiana.

El prestigioso especialista del arte Kosme Ma de Barañano le dedicó a José- Antonio un catálogo y comisarió su exposición más importante. También han escrito sobre él, entre otros, Javier Hernando Carrasco, Abraham Rubio, José Ma Parreño, Thomas Lissing, Eduardo Zotes, Robert Yellin, y Shunsuke Fujimori, dedicandole reseñas a propósito de sus exposiciones; críticas o comentarios, como la presentación que le hizo David Rodríguez Caballero junto a Barañano en un congreso sobre mística en Ávila y que han sido fundamentales para entender una obra compleja que como a menudo puede pasar en la esfera artística seguramente se adelantó a su tiempo; y que en el caso que nos ocupa podemos decir que se situó, con total intención, al margen de modas y tendencias.

Sobre lo que ha supuesto la trayectoria de J-A. contamos, además, con las publicaciones recogidas en lo que fue el blog de “alfargaleriaazul.com” editado hace años por quien esto escribe, su hermana; sin olvidar a la Revista Cerámica, entre otras publicaciones. En lo que se refiere a León, han hecho alguna referencia a su trabajo Marcelino Cuevas, Marta Prieto, Luis García, entre otros, y la última vez que en su ciudad natal pudo contemplarse una obra suya fue con motivo del homenaje realizado a Manolo Valdés: “La República de las Artes y las letras” (noviembre 2015 – enero 2016), colectiva en la que José-Antonio Sarmiento participó con una obra intimista de pequeño formato enviada desde Suecia a propósito para la ocasión, y que en mi opinión, no solo bajo su enunciado Haiku, si no también bajo su carácter formal condensó toda una declaración de intenciones.

Para terminar este resumen de tan vasta trayectoria, ya que en este espacio sería imposible incluir su totalidad, me gustaría recordar los inicios de su andadura cuando solo era un joven con determinación de expresarse (contra viento y marea y desde su rebeldía pacifista a través de la cerámica; aunque dicha disciplina se encontrarse en la periferia del arte, y seguramente elegida a consecuencia de ello) me refiero y debo subrayar el agradecimiento que J-A. siempre sintió por los ánimos y la confianza que por aquel entonces (principios de los años ochenta) le manifestó Antonio Gamoneda, sin olvidar el respaldo de aquella pequeña beca que le otorgó la Excma. Diputación de León para la realización de su primer gran mural: Luna sube y baja mareas.

Otro grato recuerdo son aquellos cursos y clases magistrales en los que con su magisterio, y desde 1995, él lo daba todo, ya fueran impartidos en su alfar o en escuelas y centros universitarios de nuestro territorio y del extranjero. Él siempre tuvo muy claro que el compartir sus conocimientos tal vez le pudiese servir a alguien así como el concepto de llamémosle su “filosofía” de trabajo, para allanar aunque fuese mínimamente un camino que en sus comienzos él había encontrado lleno de piedras y obstáculos debido seguramente al momento y el entorno en el que le había situado su existencia, dificultades ante las que sin embargo nunca claudicó ni se apartó de sus convicciones.

Para los tiempos que hoy vivimos, José-Antonio, que por su apariencia física como mucho siempre aparentó diez años menos de los que había cumplido y que siempre había tenido una salud de hierro (incansable para el trabajo), no ha tenido una vida demasiado larga; ciertamente se ha ido antes de tiempo y en plenas facultades creativas, pero lo importante es que cumplió su deseo: vivir en armonía con la naturaleza y con sus convicciones y, sobre todo, conseguir hacer la obra que quería hacer que no fue poco. Se acercó a lo que se suele denominar el espíritu zen, sin seguir realmente esta escuela filosófica o espiritual, al ser tal similitud –como él siempre subrayaba– mera coincidencia o, mejor dicho, una consecuencia de una forma de ser y estar en el aquí y el ahora.

En resumen, fue José-Antonio Sarmiento un hombre excepcional, de carácter callado, seguro de su arte y sin embargo muy humilde. Siempre pensaba que el siguiente paso podría ser mejor, así que una vez hecho ya no le daba importancia a lo conseguido y se ponía manos a la obra en lo siguiente. Sobre la valoración de lo hecho, o mejor dicho, lo que hubiese sobrevivido a su exigente criterio ya no consideraba que fuese de su competencia.

Ha sido y se sintió leonés, pero también ciudadano del mundo y por ello igualmente algo sueco por los años vividos en un país lejano de su tierra natal pero que sin embargo le inspiró, le acogió, y donde encontró el amor de su vida. Tal y como vivió se fue: sin miedo, consciente y decidió hacerlo en silencio y en paz. Nos ha dejado una obra intemporal que ahora nos consuela y que tal vez nos pueda ayudar a comprender un poco mejor cosas que son importantes; en la contemplación de su obra podremos reconocer su amor por el ser, la naturaleza y la luz de los lugares que habitó: la crudeza del páramo leonés; la humedad nebulosa de las mañanas en Japón, el musgo; el mar, el hielo bajo la luz de las lejanas tierras del norte; el sonido del viento, la ceniza y los gestos de la mano y el fuego. Sus cerámicas o sus pinturas son ramas del mismo árbol, obras que bajo sus enunciados nos avisan de su sentido (Haiku, Siluetas, Esferas, Hikidashi, White poplar, Fuego blanco, Yakishime, Reversibles, Después del invierno, Contornos, Paisajes, Paradoja, Among the Clouds…); obras que nos acompañarán y permitirán seguir reflexionando sobre el sentido de la vida.

In memoriam José-Antonio Sarmiento, San Cibrián de Ardón

Luis García Martínez

La muestra In Memoriam José Antonio Sarmiento (León 1956 – Gotemburgo 2022) es un acto de homenaje que organiza el Departamento de Arte y Exposiciones del ILC a este artista ceramista que cuenta con un amplio reconocimiento nacional e internacional. La muestra parte de la articulación de tres propuestas diferenciadas entre sí pero que se integran, con pleno sentido, para vincular a creadores de diferentes generaciones en el reconocimiento público de la magnífica labor de este singular creador. La primera se centra en la aportación de obras artísticas de creadores vinculados directamente con el artista; son los conocidos y amigos que integraron en los inicios de los años ochenta un Colectivo Leonés muy reivindicativo y activo que dinamizó el panorama creativo de León y que suponía un cambio y giro generacional significativo en el panorama artístico; este colectivo llegó a tener un taller comunitario de acceso libre en la Fundación Sierra Pambley y realizó diversas exposiciones tanto en León como en la provincia, consiguiendo tener, brevemente, una sencilla galería para exponer en la calle José Antonio, hoy Avda. de San Marcos. En este colectivo participó José Antonio Sarmiento frecuentando el taller colectivo donde también trabajaban José Guillou (el bretón), Julio San Martín, Adrio o Calberte; en esta muestra están representados Fernando Ampudia, Eugenia Navajo, Cristina Ibáñez, Tomy Aznar, Calberte, Fito de Manuel, Manuel Ángel García, Bernardino del Pozo y Francisco Miguélez (Jofran). Esta fase se articula con la relación con otros muchos creadores que se encontraron en los talleres plásticos de Amigos del País, donde daba clases Esteban Tranche. Para José Antonio Sarmiento, un joven dotado con el don natural del dibujo, la escultura, la pintura y la creatividad, estos años suponen un momento de intensa experimentación, trabajo, descubrimiento e interrelación con otros artistas. Por otro lado, existe un momento importantísimo en la trayectoria creativa de José Antonio, también en estos años de los ochenta, y es el intenso vinculo que mantiene con el núcleo de cerámica artística en Molinaferrera, creado por Ignacio Puigyaner en la denominada Casa de los Franceses, donde también estaban trabajando, incluso colectivamente, Antonio Herrero, Begoña Martínez y Baudilio Soto. Mantendrá también una estrecha relación con Santos Hinojal e Isabel Moya que tenían un taller en Rabanal del Camino; al mismo tiempo se vincula con otros artistas de técnicas artesanas como José Ore o Maripaz García Nistal. En este periodo también se relaciona con múltiples artesanos y ceramistas en diversas ferias y encuentros de cerámica como los celebrados en navidades en el Pub Pierrot de León, espacio emblemático a mediados de los años ochenta donde se reunían importantes ceramistas creativos para realizar una feria de invierno y sobre todo relacionarse. José Carlos González y Ana Palomero, Calberte, Carmen Moro y Elena García, Andrés Oslé o Domingo Pino, son algunos de los ceramistas con los que mantuvo una intensa relación y amistad. Pero también se relacionó con otros territorios artísticos, en ocasiones por amistad previa, como es el caso de Juan Villoria u Óscar Barcena, y en otras ocasiones por relación artística y de admiración mutua, caso de Amancio González Andrés. Un punto de inflexión, muy importante en su trayectoria creativa, le llegó cuando Antonio Gamoneda, que dirigía magistralmente los temas artísticos de la Fundación Fray Bernardino de Sahagún de la Diputación de León con una exquisita sensibilidad y magnífico olfato para descubrir los diamantes artísticos entre paja, le concede una beca de creación en1985; gracias a esta modesta pero significativa ayuda consigue realizar una extraordinaria pieza mural de cerámica de grandes dimensiones, integrando materiales naturales con materiales formalizados con la técnica de raku; este trabajo le abrió las puertas de la crítica más destacada de León en aquellos años, el catedrático de Historia del Arte Manolo Valdés. Así se incorpora su obra, y la de su gran amigo ceramista Santos Hinojal, en la muestra denominada Artistas Actuales Leoneses, exposición itinerante por Castilla y León patrocinada por la Junta y que le dio el espaldarazo definitivo en el panorama artístico leonés, siendo reconocido como un destacado creador por los integrantes de la muestra, de los cuales se presentan algunas piezas de esta época. Así están presentes Juan Carlos Uriarte, Manolo Jular, Enrique Estrada, Eloy Vázquez Cuevas, Miguel Ángel Febrero, Pombo de los Arcos, Castorina, Andrés Viloria, Luis García Zurdo y Antonio García García (Toño); también hemos incorporado obra de Esteban Tranche, Isidro Valcuende y Ramón Villa que mantuvieron amistad con el artista.

Este conjunto de obras, nos sirven para reconstruir un espacio germinal y fructífero de gran significación cultural, en el cual se fraguó, de alguna manera, la estructura fundamental o pilares básicos que permitieron, junto con la impagable gestión de su hermana María Jesús Sarmiento como marchante y la colaboración de su mujer y magnífica ceramista Helena Andersson, el enorme desarrollo creativo de un genio plástico como José Antonio Sarmiento de reconocido prestigio internacional.

Por otro lado, la muestra se complementa con un conjunto amplio de obras realizadas específicamente para el exterior y que han formado parte de dos muestras comisariadas por Carlos Cuenllas, “Sacas de lúpulo” y proyecto “Naturaleza”. Estas obras se han instalado en el exterior desde el patio de la casa del Maestro de San Cibrián de Ardón hasta la casa y taller de José Antonio Sarmiento realizando un planteamiento de recorrido simbólico desde el espacio matriz y germinador, conjunto de obras que hemos comentado anteriormente, hasta los lugares de vivencia y trabajo del artista. En esta sección de la propuesta se han incorporado artistas muy diversos, incluso muy jóvenes y nobeles que han querido participar en el homenaje a José Antonio Sarmiento.

Para finalizar este recorrido simbólico se incorpora una pieza de gran formato, algo más de cuatro metros y medio de altura, que mira a la carretera de acceso al pueblo y al mismo tiempo al estudio y taller de José Antonio. La escultura está formalizada en acero y es del creador y amigo Amancio González Andrés; se titula «El abrazo» y simboliza precisamente la despedida inesperada, el tránsito, la muerte, pero también la vida en la memoria de sus amigos, admiradores y familiares.

Un sencillo pero emotivo homenaje en el que participan más de ciento cuarenta creadores.

RELACIÓN DE ARTISTAS

1ª Propuesta de artistas vinculados directamente con José Antonio Sarmiento, que se sitúa en el espacio interior expositivo.

Alejandro Vargas Aedo, Juan Carlos Uriarte, Enrique Estrada, Eloy Vázquez Cuevas, Manolo Jular, Andrés Viloria, Luis García Zurdo, Miguel Ángel Febrero, José de León, Esteban Tranche, Castorina, Jesús Pombo de los Arcos, Antonio García García (Toño), José Ore, Maripaz García Nistal, Benito Escarpizo, Ramón Villa Carnero, Isidro Valcuende, Francisco Miguélez (Jofrán), Tomy Aznar, José Guillou, Cristina Ibáñez, Fernando Ampudia, Fito de Manuel, Bernardino del Pozo, María Eugenia Navajo, Francisco Benavente, Manuel Ángel García, Antonio Herrero, Begoña Martínez Tellechea, Ignacio Puigyaner Goday,BETOTA(colectivodeAntonioHerrero,BegoñaMartínez Tellechea, Ignacio Puigyaner Goday), Baudilio Soto, José Carlos González y Ana Palomero, Santos Hinojal, Domingo Pino, Andrés Oslé, Calberte, Juan Villoria, Oscar García Barcena y Amancio González. El introducir en la muestra una pieza cerámica de Arcadio Blasco, es para incidir en la sensibilidad, mostrada ya en los años setenta por Antonio Gamoneda, hacia el arte cerámico. Se incorporan también en esta sección, aunque no tuvieron relación directa con José Antonio, Luis Zotes que aporta un retrato de Antonio Gamoneda, la compositora Belén Ordoñez que creó una pieza musical específica para el homenaje y una escultura de José Antonio Santocildes en el exterior de la sala de exposiciones, aunque no le llegó a conocer.

2ª Relación de artistas de la propuesta plástica de “Sacas de lúpulo” comisariada por Carlos Cuenllas y que se integran en el homenaje.

Elena Moral, Lou Guerrero, Paula Llana, Araceli Larran, Marian de la Puente, Ana Cristina Martínez, Pedro Tapia, Eva Martín, SusiPop, Efraim Ortega, Omar Blanco Negro, 40D2 (Cristina Ibáñez y Fernando Tuñón), Gema Cinabrio, Luis Prado Allende «Sito», José Antonio Santocildes, Carlos Luxor, Luis Enrique Sarabia, Carmen Coque, Carlos Cuenllas, Likeamarmota (Alexandre Casal), Mariano Gutiérrez, Encarna Campesino, Tránsito Esteban, Carla Alonso, Irene Arribas, Elena Juan, Lucía Martínez Gigosos y Alejandro Glez. de Paz.

3ª Relación de 78 Artistas que participan en el proyecto «Naturaleza» comisariada por Carlos Cuenllas y que se integra en el homenaje.

Mónika Aramburu, Cristina Ibáñez, Adolfo Caballero, Pedro Tapia, Araceli Larrán, María Arias, Jose Antonio Santocildes, Vera Ulloa, Alexandra Santocildes, Begoña Pérez Rivera, Ana Prieto, María Gutiérrez Merino, Susana Valdés, Antolín Álvarez, Cruz Vázquez, Marián de la Puente, Enrique Guzpeña, Encarna Campesino, Gemma Cinabrio, Elena Moral, Luis Enrique Sarabia, Paula Llana, Carolina Arias, Li Xu, Julia G. Liébana, Jr Vega, Richard Le Manz, Fernando Tuñón, José María Marbán, Haciarutasalvajes, Eusebio Aláiz, Luis Canal, Mario Fuertes González, Pablo Basagoiti, Pepa Bardón, Silvia D. Chica, Camilo Arango, Thamara Cabezas, Jesús Castrillo, Carol de la Fuente, Mar Calzado, Javitxu, Cori Fernández Vázquez, Leny Pellitero, Alfredo Azadón, Marcelo Oscar Barrientos Tettamanti, Ángeles Saura, Omar Blanco Negro, Marc GreenBase, José Manuel Mures, Miguel Ángel Sánchez, Javier Arias, Olga Orallo, Rocío Álvarez Cuevas, Carmen Verde, Tránsito Esteban, SusiPop, Fran de Gonari, Beatriz Alonso González, María Santi, Divina Quinina, Marcia Vandewalle, Óscar García Bárcena, Vicente García, Pablo G. Mayorga, Santiago Mielgo, Encina P. Gundin, David Santaolalla, Anaf, Ana Escribano, Agustín García, Ana Cristina Martínez, José Carlos Muñoz, Carlos Kubala, Carlos Nestar, Carlos Luxor, Carlos Cuenllas y Carlos Pérez.

En el acto homenaje, de intensa y contenida emoción celebrado el 29 de julio a las 20,30 horas, intervinieron Fran de Gonari como presentador; por la parte institucional Gonzalo Cayón y Luis García Martínez; María Jesús Sarmiento; Belén Ordoñez con la audición de una composición suya creada para la ocasión; Luis González Viñuela leyendo textos críticos sobre la obra de José Antonio Sarmiento y el texto de Antonio Gamoneda dedicado al artista; Nuria Antón lectura de poemas de Antonio Gamoneda; testimonio del ceramista y compañero Antonio Herrero; cerraron el acto el dúo musical «Almudena y Emilio García San Juan».

 

 

julio 29 2022

Details

Start: 29 / julio / 2022 @ 22:30
End: 4 / septiembre / 2022 @ 22:30
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