‘Vulgarcito’ de La Chana teatro en el Auditorio municipal Ciudad de León’
7 de mayo a las 10:00 horas
6 de mayo – Familiar
7 de mayo – Escolar
TITIRIMUNDI ‘Vulgarcito’
Compañía: LA CHANA TEATRO
Autor, dirección y reparto: Jaime Santos
Precio: 6 € familiar, 3 € escolar
Edad: a partir de 4 años
Duración: 50 minutos
7 de mayo – Escolar
TITIRIMUNDI ‘Vulgarcito’
Compañía: LA CHANA TEATRO
Autor, dirección y reparto: Jaime Santos
Precio: 6 € familiar, 3 € escolar
Edad: a partir de 4 años
Duración: 50 minutos
La Chana nos propone una dramatización muy libre, con objetos, del famoso cuento Epaminondas. Sobre una mesa, el manipulador crea un mundo de objetos y títeres en el que se da cuenta de las aventuras que, Vulgarcito, nuestro protagonista, sufre en los distintos trabajos por los que va pasando.
Había una vez una princesa triste. Que vivía en un reino triste. El reino era triste
Porque la princesa estaba triste. Desde su ventana triste. Se podía ver un mar triste
Y un pueblecito triste, el único pueblecito que quedaba ya en el triste reino.
Entre sus casitas tristes destacaba una especialmente triste, con un armario triste, una mesa triste y una cama triste en la que dormía un niño… vulgar, vulgarcito.
Ni triste ni mandangas, vulgarcito y con pan o sin pan, se llamaba Juan.
La Chana nos propone una dramatización muy libre, con objetos, del famoso cuento Epaminondas. Sobre una mesa, el manipulador crea un mundo de objetos y títeres en el que se da cuenta de las aventuras que, Vulgarcito, nuestro protagonista, sufre en los distintos trabajos por los que va pasando. De manera rimada, articulada, redondeada, recta e inclinada como una carcajada, se nos presenta la vida de Vulgarcito. Pero quién sabe si todo cambiará …
Había una vez una princesa triste. Que vivía en un reino triste. El reino era triste
Porque la princesa estaba triste. Desde su ventana triste. Se podía ver un mar triste
Y un pueblecito triste, el único pueblecito que quedaba ya en el triste reino.
Entre sus casitas tristes destacaba una especialmente triste, con un armario triste, una mesa triste y una cama triste en la que dormía un niño… vulgar, vulgarcito.
Ni triste ni mandangas, vulgarcito y con pan o sin pan, se llamaba Juan.
La Chana nos propone una dramatización muy libre, con objetos, del famoso cuento Epaminondas. Sobre una mesa, el manipulador crea un mundo de objetos y títeres en el que se da cuenta de las aventuras que, Vulgarcito, nuestro protagonista, sufre en los distintos trabajos por los que va pasando. De manera rimada, articulada, redondeada, recta e inclinada como una carcajada, se nos presenta la vida de Vulgarcito. Pero quién sabe si todo cambiará …
Comentarios recientes