Metalíricos de Sergio Abraín. Galería de arte Ármaga
Del 14 de junio al 24 de julio de 2019
Inauguración 14 de junio a las 20:00 h.
Con asistencia del artista
Galería Armaga
C/ Alfonso V, N°6 24001 león – España
Tino : .34 987 238 787
arte@armaga.com
armaga.com
A pluma, o con acrílico, óleo y técnicas mixtas con materiales diversos sobre distintos soportes. Así están trabajadas las aproximadamente treinta obras que dan vida a «Metalíricos», la exposición que presenta en la galería Ármaga el pintor Sergio Abraín (Zaragoza, 1952), recientemente premiado cómo mejor artista aragonés del año. «El arte es un ejercicio que nos permite andar en el límite del abismo…. o un continuo viaje», apunta el propio artista. La muestra se inaugura este viernes, 14 de junio, a las 20 horas, y se podrá contemplar hasta el próximo 24 de julio.
Por ELOÍSA OTERO
«Soy una persona conectada a la vida y su sentido a través de la pintura. He sido, soy y seré pintor, y me reconozco esencialmente en la pintura, aunque vivamos en una época de tecnologías, que uso y asumo. El arte ha sido todo un viaje para mí, un viaje de conocimiento, de curiosidad, de aprendizaje, reconocía Abraín hace menos de un año, con motivo de una gran exposición retrospectiva en su tierra, bajo el título deRompiendo el tiempo (1974-2018)».
Abraín reconoce que siempre le ha interesado el surrealismo, pero también otros asuntos, como la vertiente social, el paisaje, el cuerpo humano, las máquinas y el maquinismo, los espejos y el agua. «A todos ellos les he dedicado serie específicas. Y me he dado cuenta que esas obsesiones aparecen, desaparecen y reaparecen con insistencia en mi obra. Para este artista que ha trabajado en muchos frentes —pintura, decoración, diseño gráfico, muralismo…—, «una pintura tiene que aportar siempre una manera diferente de ver el mundo. Cuando hablamos de pintura hablamos de libertad».
A lo largo del tiempo su obra se ha enriquecido con un sinfín de referencias, entre las que el propio artista cita «la obra literaria y plástica de los surrealistas franceses, Max Ernst, Ives Tanguy, Fernand Leger, los expresionistas norteamericanos, con Willem de Kooning a la cabeza, pero también los futuristas italianos y las transvanguardias». También forman parte de su acervo la escritura de pensadores como Jacques Lacan, Gilles Deleuze, Roland Barthes y Gaston Bachelard. Sin olvidar a alguien tan importante en su tierra como el poeta Miguel Labordeta, de quien se confiesa lector y a quien le debe el términometalíricocon el que ha bautizado algunos de sus cuadros, los que componen precisamente esta exposición en Ármaga. Pero en su trayectoria, sin duda, resultó especialmente relevante el mundo de su padre, que «era representante de máquinas, las arreglaba, las vendía, las inventaba… Era un auténtico fabricante de mecanismos, y yo le hacía los croquis, recuerda.
Sergio Abraín es, en definitiva, y en palabras de Antón Castro, «un pintor que no ha dejado de experimentar, que siempre ha estado en el camino, que ha participado en grupos como el Colectivo Plástico, que colaboró con el movimiento vecinal y diversas asociaciones y que sigue trabajando en Arte y Terapia con diversos colectivos de enfermos mentales».
Miembro fundador del Colectivo Plástico de Zaragoza (1975), fundó también las galerías de arte zaragozanas Pata Gallo (1978) y Caligrama-Pata Gallo (1983), caracterizadas por su espíritu rompedor. En 1977 fundó, diseñó, editó y dirigió la revista de poesía visual Zoo-Tropo, de la que salieron cuatro números. Es además autor de libros únicos que regala a sus amigos, buscando una línea estética y formal afín a la personalidad de quien va a poseerlos.
:: Con otras palabras
“El arte de Abraín a menudo se siente como un monumento a la industria, cuyo desarrollo, no debemos olvidar, dio lugar al modernismo. Sus tubos son conductos cuyos ángulos rectos y cantos rígidos producen metáforas para la mente moderna”. Jonathan Goodman
“Sencillamente, con el corazón invadido de amarguísimos lodos, expresa un mundo. Frenético, empavorecido, avasallado, condenado. Un mundo: el nuestro». Antonio Gamoneda
“El lenguaje de Sergio ha cambiado, al igual que el de todos nosotros, pero del mismo modo que las fresas ya no tienen un tiempo concreto, pues son atemporales, la personalidad creativa y arrolladora de Abraín, permanece”. Miguel Escanciano
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