El legado de hierro de Ignacio Ipiña se presenta hoy miércoles 5 del abril en el Museo de Sabero a las 12:30 horas.
“Ignacio Ipiña, con más de cincuenta años de experiencia es un pintor tan bueno como desconocido.
Ipiña suele aparecer sin embargo con mucha frecuencia en los lugares más diversos de nuestro paisaje de la ciudad, la industria, el campo o de la mar.
Se asoma tras su caballete y grandes lienzos con ropas de trabajo pringadas de colores. A ras del ala de su sombrero de tela se percibe una mirada que va más allá de los espacios y los ambientes del natural.
La acción de pintar se produce con gestos de un animal cazador que tan pronto se recoge sobre sí mismo como se proyecta sobre el lienzo atado con cuerdas al caballete y al suelo para resistir las embestidas de los vientos del interior y de la naturaleza.”
Agustín Ibarrola
“Ignacio Ipiña dialoga con el color, interpretando formas que, desde su particular atalaya creativa, dejan un pálpito personal lleno de perspectivas sorprendentes. La luz, en manos de Ipiña, matiza la insinuación ambiental, que acomoda lo que podemos presentir más allá de las certeras pinceladas.”
José Manuel Ferreira “El Adelanto de Salamanca”
“Siempre resulta gratificante, y más en un mundo como es el cultural, descubrir la presencia de un gran artista. Por desgracia ya fallecido, dedicó toda su vida a hacer de la pintura un diario vivo del acontecer cotidiano.
Todo es intensidad en la obra de Ipiña. Pero también contrastes de luces y colores, armonía, firmeza y cierto romanticismo, que no nostalgia. … Y todo ello desde una pintura muy gestual, espontánea y de trazo rápido y seguro. Y es que lejos del barroquismo decimonónico, Ipiña opta por la sobriedad y firmeza de una pintura llena de intensidad, cargada de sugerencia y rebosante de personalidad. En definitiva, pintura para ver, oír, oler, gustar y palpar con los cinco sentidos. No se arrepentirán.”
José A. Montero “La Gaceta de Salamanca”
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