“LA SIDERURGIA TRADICIONAL EN EL NOROESTE DE ESPAÑA. Siglos XVI – XIX”.
Autor: José Antonio Balboa de Paz
Editorial: CSED
Presentador: Fernando de Miguel.
Domingo, 24 de julio 18,00 h.
Patio Espacio Peregrino. Planta Baja. Museo Etnográfico Provincial de León
Mansilla de las Mulas. Actividad Gratuita
La Diputación de León a través del Museo Etnográfico Provincial de León en colaboración con el autor D. José Antonio Balboa de Paz, organizan la presentación del LIBRO: “La Siderurgia Tradicional en el Noroeste de España. Siglos XVI-XIX”. Será el próximo domingo día 24 de julio, a partir de las 18.00 h, en el Patio Espacio Peregrino del Museo Etnográfico Provincial de León, en Mansilla de las Mulas
El libro estudia la siderurgia tradicional, nombre con el que el autor se refiere a la que utiliza el procedimiento directo en un horno bajo para la fabricación del hierro y por lo tanto, a las ferrerías y machucos (ferrerías mayores y menores en la terminología vasca) que algunos historiadores, como Alcalá-Zamora, la denominan también como siderurgia preindustrial y siderurgia clásica por oposición a la siderurgia industrial de los hornos altos.
El ámbito objeto del estudio es el noroeste de España, es decir León, Galicia y Asturias,centrándose en realidad en dos zonas. Por un lado la denominada zona interior que, sin solución de continuidad, abarca el Bierzo, las comarcas de Valdeorras y el Bollo y el interior de Lugo, desde los Ancares hasta Monforte de Lemos (Caurel, Quiroga e Incio). Su justificación se encuentra en los yacimientos de hierro de Formigueiros y Rocas, y alguna otra vena local. Por otro lado, la segunda es la zona costera, desde el oriente de Asturias hasta la costa lucense, con especial concentración entre los ríos Eo y Navia, que en este caso, estas ferrerías utilizan mineral de vasco.
La cronología abarca fundamentalmente los siglos XVI al XIX. Iniciándose a finales del siglo XV, diversos autores han señalado esa fecha como el comienzo de la siderurgia tradicional por diversas razones, entre ellas la especialización entre ferrerías y machucos siendo para el autor la presencia de numerosos ferrones y empresarios vascos en la zona que, desde época medieval ya conocía la existencia de ferrerías hidráulicas. Por otra parte la etapa final, los años 80 del siglo XIX, puesto que fue entonces cuando dejaron de funcionar las últimas ferrerías.
La principal conclusión del libro destaca la importancia de la siderurgia en la economía y vida social del noroeste de España, tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo. No se trató de una actividad marginal, ni su importancia fue inferior a la de otras regiones siderúrgicas como Cantabria o el País Vasco, todo lo contrario. Hubo en el noroeste unas 130 ferrerías, más de 80 machucos y miles de fraguas que -no todas al mismo tiempo- estuvieron en funcionamiento, afectando a miles de trabajadores directos, a los que habría que añadir los carboneros y venaqueros, mulateros y transportistas de la vena, arrieros, comerciantes y tratantes de hierro.
A lo largo de seis capítulos, el libro analiza la técnica siderúrgica, las condiciones que hicieron posible esta industria: el agua, el combustible y el mineral de hierro; pero también se estudia el papel de los ferrones y empresarios vascos, las facilidades y obstáculos que los propietarios de la tierra ofrecieron o pusieron a la instalación de ferrerías, la diversificación de la propiedad a lo largo de los siglos, la producción de los artefactos y su evolución, los costes de producción, la distribución del hierro, el trabajo en machucos y fraguas, los beneficios que generaron a propietarios, arrendatarios y trabajadores.
Por último, el libro ofrece un catálogo de ferrerías, que en realidad es el estudio monográfico de 131 ferrerías: su origen, las vicisitudes de su historia, propietarios y arrendatarios, etc. Todo ello en aproximadamente 800 páginas.
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