ARRIDEVERCI ROMA.
Ciclo de cine clásico.
Teatro San Francisco.
Martes 13 de febrero 20 h
Título original: Roma città aperta Año: 1945 Duración: 100 min País: Italia Dirección:
Sinopsis:
Segunda Guerra Mundial. Estando Roma ocupada por los nazis, la temible Gestapo trata de arrestar al ingeniero Manfredi (Marcello Pagliero), un comunista que es el líder del Comité Nacional de Liberación. Pero en la redada Manfredi consigue escapar y pide ayuda a Francesco, un camarada tipógrafo que en unos días se casará con su novia Pina (Anna Magnani), una viuda con un niño. Además el cura de la parroquia, Don Pietro (Aldo Fabrizi), también apoya la causa e intenta ayudar a Manfredi y los partisanos de la resistencia.
“ARRIDEVERCI ROMA”
Película dirigida en 1945 por Roberto Rossellini y que junto a “Camarada” (1946) y “Alemania año cero””1948), forman lo que se conoce como la trilogía de la guerra del director. El joven Rossellini vendió sus muebles, tomó prestados millones de liras, y junto a Sergio Amidei y Federico Fellini hizo el guion de la maravillosa “Roma ciudad abierta”. Lo que con el tiempo sería definido como neorrealismo, para el director fue más bien una posición social y analítica de la situación en la que se encontraba su país después de la guerra. La ciudad se nos presenta sucia, abatida y desmoralizada, pero con enormes ganas por reconstruirse, al igual que las personas que la habitan, llenas de fuerza después de abatir al fascismo. La película es considerada por la mayoría de la crítica como el nacimiento del neorrealismo, aunque antes se habían realizado varios filmes con elementos característicos del género. Los rasgos principales de este movimiento cinematográfico son, por una parte, un estilo muy cercano al documental, la participación de actores no profesionales, un enfoque humanista y la ausencia de toda artificialidad técnica, usando escenarios e iluminación naturales. En este caso el film se centra en los hechos acaecidos a varios miembros de la resistencia italiana, en una Roma dominada por el ejército nazi. Y lo hace de una forma cruda, directa y reflexiva, dando lugar a una impactante crónica, altamente emotiva. Bajo la firme dirección de Rossellini nos encontramos con una siempre magnífica Anna Magnani y un inolvidable Aldo Fabrizi en el papel del párroco Don Pietro, que juntos dan a la obra una enorme veracidad. Esta joya del neorrealismo italiano obtuvo la Palma de Oro de Cannes en 1946 y fue nominada al Oscar al mejor guion. También ganó el premio de los críticos de Nueva York a la mejor película extranjera. Aunque estuvo presente en el festival de San Sebastián en 1958, y pese a su valor artístico y técnico incuestionable, la censura no permitió su exhibición en España hasta finales de 1969, previos cortes de algunas frases y escenas. Vamos a disfrutar de una de las mejores películas de la historia, un manifiesto humanista que rompió en su momento los límites éticos que tenía la industria del cine para mostrarnos como pocas el horror y la devastación que provoca la guerra. Como escribió Jean-Luc Godard en “Cahiers du cinema”: “Todos los caminos conducen a Roma ciudad abierta”. De visión obligada.
RAPAZ
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