‘El ladrón de Bagdad’ Ciclo de cine Los Capuchinos
Teatro San Francisco
Martes 6 de noviembre a las 20:30 horas
- Título original: The Thief of Bagdad – Año: 1924
- Duración: 140 min
- País: Estados Unidos
- Dirección: Raoul Walsh
- Guion: Lotta Woods, Douglas Fairbanks
- Música: Película muda
- Fotografía: Arthur Edeson (B&W)
- Reparto: Douglas Fairbanks, Julanne Johnston, Anna May Wong, Sojin, Snitz Edwards, Charles Belcher, Brandon Hurst.
RESEÑA DE LA PELÍCULA DE ESTA SEMANA
ATRAPA A UN LADRÓN ( Rapaz)
Douglas Fairbanks, como actor y productor a través de la compañía que creó con su esposa Mary Pickford, Charles Chaplin y David W. Griffith, la United Artist, había recreado con gran éxito a personajes como el Zorro, D’Artagnan y Robin Hood.
Fairbanks ya sabía lo que eran producciones que rondaban los 2 millones de presupuesto y sacar beneficios; así que se embarca en la recreación de su particular visión de “las 1001 noches”.
El éxito de la película no habría sido tal sólo con los malabarismos, las muecas burlonas o la excesivamente teatral interpretación de Fairbanks. Para ello, se rodea de un equipo fabuloso.
El impresionante trabajo de diseño de producción de William Cameron Menzies (Lo que el viento se llevó), creando unos decorados que pueden considerarse al mismo nivel de “Intolerancia” por su grandeza y variedad.
Mitchell Leisen, creando un vestuario que, al igual que los decorados, optan por recrear un mundo de fantasía no reparando ni en la desmesura o, en ciertos casos, en la anacronía.
La fotografía corre a cargo de Arthur Ederson (“Casablanca”, “El halcón maltés”, “Sin novedad en el frente”, “El doctor Frankenstein”).
Y recomendado por Cecil B. de Mille, en la dirección un fantástico Raoul Wallsh, que llegaría a ser uno de los más grandes directores de cine, destacando sobre todo en los años 40 con títulos como “Al rojo vivo”, “objetivo Birmania”, “Murieron con las botas puestas” o “Gentleman Jim”.
A destacar la actuación y belleza de Anna May Wong, pionera de las actrices asiáticas.
William Cameron Menzies también trabajó en la espléndida versión de 1940 creada por el binomio Powell-Pressburger igualmente fascinante, esta vez llena de un colorido espectacular.
Disfrutemos de esta gran aventura cargada de buen gusto y el más fuerte sentido del espectáculo (caballo volador, alfombra mágica, etc…), que ya es todo un clásico imperecedero.
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