Bajo el signo de Picasso. Vanguardias e influencias. Museo de León

Bajo el signo de Picasso. Vanguardias e influencias. Museo de León

«Bajo el signo de Picasso. Vanguardias e influencias» es el título seleccionado para esta exposición que reúne casi cuarenta obras maestras procedentes de los fondos artísticos de la Colección de Arte ABANCA, que acoge un conjunto de más de mil trescientas
obras de arte, principalmente moderno y contemporáneo. Esta exposición temporal es una cuidada selección que pretende dar a conocer parte de esos fondos a todos aquellos interesados en descubrir algunos de los momentos más relevantes del arte español e internacional de la primera mitad del siglo XX.
Nadie mejor que Pablo Picasso (1881 – 1973) para definir el discurso del arte del pasado siglo desde el punto de vista de la vanguardia y la modernidad.
Del autor malagueño se presenta un dibujo y tres lienzos que se engloban en distintos momentos de su  producción: Quatre femmes (1901), Profil à la fenêtre (1934), Paquet de tabac et verre (1922) y Le Peintre et son modèle I (1963). Junto a los dibujos y pinturas de Picasso, la primera parte de la muestra se completa con los lienzos de Juan Gris (1887 – 1927) y Georges Braque (1882 – 1963), además de Fernand Léger (1881 – 1955), Jean Metzinger (1883 – 1956) y la española María Blanchard (1881 – 1932).
La influencia del movimiento cubista abre nuevas vías para el desarrollo de la pintura en los inicios del siglo XX. Así lo evidencian las obras presentadas de Manuel Ángeles Ortiz (1895 – 1984), Joaquín Torres García (1895 – 1984) o Francisco Bores (1898 – 1992).
La escultura también está presente en la exposición con una obra de Julio González (1876 – 1942), Tête dite “Le Tunnel” (ca. 1932/33), perteneciente al período creativo más importante del autor y ejemplo de su relación y
trabajo conjunto con Pablo Picasso. Como contraposición y como reflejo en el tiempo, al final del recorrido figura una pieza del escultor valenciano Miquel Navarro titulada Cuña y nariz (2004), a modo de línea de continuidad del arte de vanguardia en el arte actual.
La segunda parte de la exposición integra a artistas que participaron de las primeras vanguardias, como el pintor italiano Giorgio de Chirico (1888- 1978), Max Ernst (1891 – 1976), Marc Chagall (1887 – 1985) o Salvador Dalí (1904 – 1989). La importancia de De Chirico la puso de manifiesto Kandinsky (1866 – 1944). Este también está presente en la muestra e indicó en su ensayo El problema de la forma (1912) que la obra de De Chirico marcaba un contraste entre los dos polos que afectaban al arte y a la forma en ese momento: la gran abstracción y el gran realismo.
Wifredo Lam (1902 – 1982) —presente en la exposición con una obra de 1969: Composition (Oiseaux dans la nuit)— y Matta (1911 – 2002) ampliaron el lenguaje de la vanguardia desde su óptica particular. De ese mismo modo lo hicieron dos de los artistas gallegos más universales presentes en la muestra, Maruja Mallo (1902 – 1995) y Luis Seoane (1910 – 1979), figura fundamental del arte y de la intelectualidad gallega del siglo XX. La inclusión de ambos en esta exposición tiene la intención de intentar que se valore su obra y su papel como difusores de la vanguardia en el contexto americano y, además, de señalar la relevancia del arte realizado en el exilio.
Como cierre de la exposición se presentan dos obras que servirían como punto de encuentro con lo que sería una segunda parte de esta muestra; unas obras que comparten una idea de narratividad en la pintura que tiene su origen en el arte del período de entreguerras, El Museo del Descubrimiento de día – El Museo del Descubrimiento de noche (1992), de Eduardo Arroyo, y Las pipas (1981), del Equipo Crónica. Ambas elevan el valor central de la pintura frente a otras tendencias dominantes en la  segunda mitad del siglo XX.

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